Temas

sábado, 9 de abril de 2011

Lazy Bag y Rizos


Más notas sobre la navegación a vela: Mayor Tradicional con Lazy Bag y Rizos Automáticos

En mi primer post de navegación a vela no se incluyen algunas notas de mi cuaderno que sin embargo pueden ser cruciales, en función de las situaciones que nos encontremos a la hora de salir a la mar. En este post y en alguno posterior voy a intentar cubrir todos estos temas pendientes.

En concreto, podemos tener la suerte de que nuestro crucero disponga de una vela mayor tradicional moderna, con lazy bag y rizos automáticos. Hoy hablaré de estos dos elementos, que omití (no adrede) en el post de febrero, y que sin embargo debemos conocer bien.

Y digo suerte porque considero mucho mejor la mayor moderna con rizos que la de tipo enrollable. (Esto ya lo he comentado en el post previo, disculpad que me repita). Aunque más que suerte, una de las grandes ventajas del patrón ocasional, que alquila veleros de charter, es que podemos elegir el barco. Mi recomendación desde luego es elegir un barco nuevo que siempre sufrirá menos averías, y con la mayor tradicional, es decir la no enrollable (– en inglés la mayor enrollable se llama “furling mainsail”). Os recuerdo que la principal razón, a parte de que se navega mucho mejor es que la mayor enrollable se atasca con suma facilidad a poco que no seamos cuidadosos al enrollar o desenrollarla. Es decir en mi humilde opinión es mejor evitar la “furling mainsail”.

Por tanto, si seguís mi recomendación es seguro que vuestro velero (si es moderno) tendrá su lazy bag y los rizos automáticos. (En la mayor enrollable evidentemente no habrá nada de esto, puesto que la vela se recoge dentro del palo y los rizos se hacen enrollando más o menos vela.)


El Lazy Bag

Como su propio nombre indica el lazy bag es la bolsa “para vagos” que se encarga de recoger y almacenar la vela mayor plegada sobre la botavara. Es un invento muy práctico y evita que tengamos que anudar la mayor con cabitos o gomas rápidamente antes de que se desparrame por la cubierta.

El lazy bag se sostiene mediante un sistema de cabos finos (ó más bien cordones). Por su fragilidad se pueden soltar o romper en condiciones duras si por ejemplo la vela da golpes. Esto es un inconveniente, aunque se puede vivir sin el lazy bag, sólo perderemos la comodidad que aporta.

Si los cabos del bag están demasiado tensos, dejan poco espacio entre sí para el recorrido vertical de la vela mayor. Al subir ésta, con un mínimo vaivén lateral, tropezará y se enganchará con los cabos, obligándonos a interrumpir el izado. Se debe estar pendiente de este problema durante el izado de la mayor, pero lo mejor, si esto nos sucede a menudo, es destensar un poco los cabos del bag y evitar así que entorpezcan la maniobra.

Los rizos automáticos

La otra gran ventaja de la vela tradicional moderna son los rizos automáticos. Me imagino que lo de “automático” viene del hecho que no es necesario ir al palo para fijarlos, ya que los cabos llegan, pasando por el piano, hasta la popa. La maniobra de poner rizos es relativamente fácil y rápida. Cada rizo se materializa en un cabo, que tiene un extremo en un ollado de la vela y dando una vuelta por el rail completo de la botavara (al igual que el pajarín) llega primero al palo y desde ahí hasta el piano donde se puede tensar.

En un velero de 36 a 42 pies suele haber 2 rizos y por tanto veremos dos cabos de rizos en los ollados. En veleros mayores de 44 a 50 pies, con mucho más palo, puede haber 3 rizos. Podemos identificar los cabos de los rizos incluso con la vela recogida, ya que pasan por el extremo de popa de la botavara. En este extremo veremos varios cabos alrededor de una polea múltiple. El cabo central será normalmente el pajarín y los cabos laterales son los rizos.

La vela mayor con lazy bag y rizos


Izar la mayor sin rizos

Sigue aplicando todo lo descrito en mi primer blog de navegación, solamente se añade la siguiente consideración:

Si queremos izar la mayor a tope, sin rizos, debemos asegurarnos de que los rizos están completamente sueltos. Para ello debemos abrir los stopper por donde pasan los rizos y quitar la aduja y líos de estos cabos dejando que corran libres durante toda la maniobra de izado. A menudo no podremos subir más la vela porque los rizos están tensos. Aparte de asegurarnos que los cabos corren libre en cubierta suele ser útil ayudar a destensarlos zafando sus extremos en la polea de la botavara (a popa) y tirando de ellos hacia fuera.

Poner un rizo

Cuando el viento arrecia, empieza a superar los 20 nudos, o notamos que nos cuesta controlar la embarcación, por ejemplo porque el timón está muy duro o la escora nos obliga a arribar constantemente, dando bandazos, sin duda, ha llegado el momento de poner un rizo. De hecho, se debe poner el rizo a partir del primer momento en el cual pensemos que podría ser conveniente poner un rizo, es decir no hay que esperar a que la cosa pueda empeorar. La decisión se debe tomar enseguida.

Poner el rizo es tan fácil como tensar al máximo el cabo correspondiente. Si tenemos la vela izada a tope, tendremos que aproarnos y cazar bien la escota de mayor. Cuando la vela empieza a flamear debemos dejarla caer un tramo, amollando la driza poco a poco a la vez que cazamos el cabo del rizo. El rizo aprisionará la parte baja de la vela sobre la botavara. Una vez que hemos tensado a tope el cabo del rizo volveremos a izar al máximo la vela con la driza (hasta que veamos la arruga en la mayor). Esta vez la vela quedará a media altura. Recordemos que tanto la driza como el rizo se deben pasar al inicio de la maniobra con un par de vueltas por los winches en cubierta, y que al final de la maniobra haremos uso de las manetas para tensar los cabos al máximo. No olvidemos cerrar el stopper que impide que el rizo se vuelva a destentar.

Si vamos a poner el segundo rizo, tras fijar el primero, soltaremos más mayor y procederemos a tensar este segundo rizo. Al final cazamos la vela a tope que quedará esta vez en una posición aun más baja.

También existe la posibilidad de que estando la vela recogida, ya en primera instancia decidamos izarla con uno o dos rizos. En tal caso, cazaremos los cabos desde el primer momento de modo que la vela se izará solamente hasta la altura máxima que los rizos permitan.

De hecho, siempre que vayamos a izar la mayor debemos considerar si es conveniente hacerlo desde el principio con uno o dos rizos. Si tenemos buen viento o el parte indica que va a arreciar, es mejor izar ya con los rizos puestos que desplegar todo el trapo y luego al poco rato arrepentirnos.

Quitar un rizo

La decisión de quitar los rizos durante la navegación sigue el proceso inverso que la de ponerlo. Esta vez, no nos precipitaremos y esperaremos un rato hasta confirmar que efectivamente es mejor navegar con más trapo, porque definitivamente el viento ha caído.
Para quitar el rizo volveremos a aproarnos. Al flamear la vela dejaremos libre el cabo del rizo, abriendo el stopper. Al mismo tiempo empezamos a izar al máximo, con la ayuda del winch, la driza de la mayor.


Navegando por Palma, Semana Santa 2009



Madrid, 9 de abril de 2011